- Ruta del Cacao -

¿Te gustaría conocer cómo se cultiva el cacao y probar un chocolate artesanal? Visita las fincas de cacao tabasqueñas y consiente tus sentidos. Imagina sumergirte en la selva, donde el aire se encuentra impregnado con un rico aroma a chocolate.
Aunque suene a fantasía, en Tabasco esto es una realidad: nos referimos a las pequeñas fincas de cacao que se asientan entre los árboles y que ofrecen una experiencia única para los sentidos.Haciendas que datan de la época colonial alojan estas granjas cacaoteras, que reciben a los visitantes con los brazos abiertos. En ellas es posible ver, oler y probar el cacao en sus distintas etapas de producción.

En la finca Hacienda de La Luz, ubicada en La Chontalpa, se cultiva el grano del cacao y se preparan golosinas de chocolate de manera artesanal. Con unas 50 hectáreas de extensión, se erige en pleno centro de esta población. Cuenta en su entrada con un bello jardín donde crece una enorme variedad de plantas tropicales y de árboles frutales. Toma el recorrido guiado y adéntrate en la plantación de cacao, conoce su período de cosecha, sus procedimientos de cultivo y –la parte más interesante– el proceso para fabricar el chocolate. Primero se fermentan los granos aún verdes; se lavan, tuestan y se les remueve la cáscara. En una molienda antigua, se muelen los granos y se obtiene una pasta. Finalmente, se mezcla la pasta con azúcar y canela y se envasa en moldes.



- Cacao -

El cacao, el principal ingrediente del chocolate, ha jugado desde la antigüedad un papel fundamental en la cultura de México. Es la semilla seca del árbol de cacao que se usa para obtener la cocoa en polvo y posteriormente el chocolate. Su árbol es un árbol floreciente tropical nativo del continente americano. Su nombre científico, theobroma cacao, significa “alimento de los dioses”. El procesamiento de esta delicia y su uso culinario pueden rastrearse a las antiguas culturas que una vez habitaron los actuales centro y sur de México.
El árbol de cacao puede crecer hasta una altura de seis metros, y sus semillas o granos se contienen dentro de la vaina del árbol. Cada vaina contiene entre 30 y 50 semillas. Los árboles de cacao maduros se pizcan varias veces cada temporada, típicamente entre octubre y abril. En México, se cultivan al norte en Veracruz, en la costa central del Golfo de México y en Colima, en la costa central del Pacífico. México ha producido cacao durante más de 3 mil 500 años; sin embargo, y a pesar de su larga historia de producción, el país actualmente produce menos de uno por ciento de cacao en el mundo. África y Asia producen la mayor cantidad.
Se cree que los olmecas fueron los primeros mesoamericanos en cultivar y usar el árbol de cacao. La olmeca fue la primera gran civilización en habitar México, y vivió su esplendor entre 1 500 a.C. y 400 a.C. Se asentó en las áreas tropicales bajas del centro y sur de México, en donde ahora se encuentran los estados de Veracruz, Tabasco y Chiapas.
El árbol de cacao sólo crece en climas cálidos y tropicales. La presencia de cacao en la región fresca y seca del altiplano central mexicano derivó del comercio entre los mayas en la región costera y los aztecas en los altiplanos centrales. Los mayas desarrollaron rutas comerciales para transportar el cacao a otras regiones más lejanas de México y Centroamérica y al hacerlo transmitieron a los aztecas del centro de México el uso del cacao como bebida, ofrecimiento ritual y moneda.
Los aztecas fueron un grupo nómada que se estableció en las islas del Lago de Texcoco en el Valle de México, en los altiplanos centrales. Para el siglo XV, se habían convertido en la civilización más poderosa de la región y gobernaban la mayor parte del centro de México. Los aztecas construyeron su capital, Tenochtitlán, sobre lo que ahora es el centro histórico de la ciudad de México. Se cree que la antigua ciudad azteca de Teotihuacán, justo al norte de la ciudad de México, era el centro de comercio de cacao en la región.
Teotihuacán es el sitio que aloja la Pirámide del Sol y la Pirámide de la Luna. Nombrado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, originalmente cubría un área mayor de 21 kilómetros cuadrados. La Pirámide del Sol es la tercera pirámide más grande del mundo y una de las principales atracciones para los visitantes de la ciudad de México y el centro del país. Se trata de una maravilla arquitectónica, construida sin herramientas metálicas, animales de carga o ruedas. Teotihuacán es un importante destino de peregrinaje que atrae a grandes números de personas durante los equinoccios de primavera y otoño.
Los aztecas preparaban el cacao de la misma forma que los olmecas y los mayas. Molían los granos y agregaban agua para crear una bebida amarga. Añadían otros ingredientes y especias locales como ajonjolí, anís, vainilla, pimienta, miel, maíz y chiles. La bebida de cacao, a la cual llamaban “xocoatl” en su idioma náhuatl, se servía con una gruesa capa de espuma y era consumida por las élites sociales. Se dice que Moctezuma, el emperador azteca, consumía cacao todos los días. Los aztecas también usaron el cacao con propósitos medicinales y rituales, incluyendo su ofrecimiento durante los sacrificios humanos.
Se cree que monjas españolas que vivían en Puebla fueron las primeras en agregar azúcar, canela, huevos, almendras y vainilla para preparar la receta que actualmente se llama “chocolate mexicano”. También se dice que los españoles molieron el cacao para formar tabletas sólidas e introdujeron la idea de usar el chocolate como un ingrediente de cocina. En la actualidad, el chocolate continúa jugando un papel importante en la cocina mexicana, y es un ingrediente clave en uno de los platillos más tradicionales del país: el mole poblano, oriundo del estado de Puebla.

Los estados de Puebla, Oaxaca y Tlaxcala aseguran que en sus tierras nació el mole. Lo que es un hecho es que ahí encontrarás diversas variedades de esta exquisita y compleja salsa. Al estado de Oaxaca frecuentemente se le llama la “tierra de los siete moles” debido a las siete variedades únicas que tradicionalmente se preparan aquí. Al estado de Puebla se le relaciona con el mole poblano, una de las variaciones más conocidas de este manjar. El mole poblano se prepara con más de 20 ingredientes que incluyen chocolate y chiles.
El cacao también es el ingrediente principal de la bebida tradicional mexicana conocida como tejate. El Tejate se prepara con maíz y cacao molidos y se sirve frío. El origen del tejate puede rastrearse a la era prehispánica; en la actualidad se prepara y consume en las comunidades mixtecas y zapotecas enclavadas en Oaxaca, en el sur de México.

Los granos de cacao se usan en la preparación del chocolate de metate. El proceso de producción del chocolate molido inicia con el tostado de granos de cacao, que luego se muelen en un metate. Los granos molidos se calientan y se forma con ellos una pasta con la que se elaboran tabletas para preparar chocolate caliente. Con cacao también se prepara el champurrado, una versión de atole, una bebida caliente a base de maíz que se sirve con tamales los días festivos y en ocasiones especiales.

- Gastronomía -

La gastronomía tabasqueña, de sabores, colores y aromas intensos, es resultado del encuentro de dos mundos: el maya y el español. El suelo fértil de las tierras de Tabasco, la creatividad de sus habitantes y el legado de muchas generaciones se reflejan en los platillos tabasqueños, que evocan todos los sentidos. Si te has preguntado a qué sabe el mundo maya, podrás encontrar la respuesta en la gran variedad de platillos que se elabora en la región.

Los protagonistas de las cocinas tabasqueñas son las hierbas y semillas que abundan en la zona, como achiote –una pasta empleada por los mayas para teñir sus alimentos–, chaya y muste, perejil, epazote, cilantro, chipilín, chile amashito y hoja de plátano o de tó. Éstos son los ingredientes que proporcionan a los guisos locales su singular olor, color y sabor.
Entre los platillos criollos más populares se encuentra el pejelagarto, un pez primitivo con hocico de lagarto. Aunque tradicionalmente se come asado, existen diversas formas de prepararlo: una de ellas es en “chirmol”, una especie de mole preparado con masa, semillas de calabaza y epazote. El pescado se guisa en trozos.

- Jonuta -

De acuerdo a las investigaciones realizadas por los arqueólogos Lorenzo Ochoa y Alma Rosa Espinosa, publicadas por el gobierno del estado de Tabasco en 1987 bajo el título de "Guía arqueológica del museo de Jonuta y notas históricas de la región", en la segunda mitad del siglo XVI, por razones estratégicas, los españoles decidieron reubicar la población de Xicalango, puerto comercial de gran importancia ubicado en las costas de Campeche (península de Atasta).
Los habitantes de Xicalango fueron trasladados a Jonuta, una población chontal en las márgenes del río Usumacinta que para entonces (1579) ya había visto pasar sus años de esplendor, pero era visto por los españoles como un sitio seguro y estratégico para el comercio entre la costa y el interior.

En efecto, del siglo VIII al XIII, Jonuta había sido un importante centro manufacturero de cerámica, la gran calidad de sus productos (vasos, cajetes, platos y figurillas de barro) había alentado su exportación a toda la región maya e incluso a los lugares más distantes de Mesoamérica.

- La Venta -

En el extremo oeste de Tabasco, a lo largo de la frontera con el estado de Veracruz, se asienta el sitio arqueológico La Venta. Aunque fue inaccesible hasta hace muy poco, este espacio espera obtener en los próximos años el título de Patrimonio de la Humanidad otorgado por la UNESCO. Aquí, los Olmecas construyeron su mayor centro ceremonial, que abarca varios kilómetros cuadrados.
El poeta local Carlos Pellicer luchó para recuperar las reliquias de este destino que tenían un futuro incierto. La mayoría fue trasladada a Villahermosa. Después de un cabildeo continuo, La Venta finalmente abrió sus puertas en 1958; muchos tesoros olmecas originales fueron trasplantados al maravilloso jardín tropical. Situado a orillas de la Laguna de las Ilusiones, La Venta muestra tanto la naturaleza como el esplendor nativo de los Olmecas, y continúa siendo uno de los atractivos ecológicos y arqueológicos más agradables de México. No puede ser pasado por alto en tu visita a Tabasco.

- Cunduacán -

Cunduacán es un municipio del estado mexicano de Tabasco, localizado en la región del río Grijalva y en la subregión de la Chontalpa.
Su cabecera municipal es la ciudad de Cunduacán y cuenta con una división constituida, además, por 10 poblados, 31 rancherías, 59 ejidos y 13 colonias.
Su extensión es de 623,9 km ², los cuales corresponden al 2,54% del total del estado; esto coloca al municipio en el duodécimo lugar en extensión territorial. Colinda al norte con los municipios de Comalcalco y Jalpa de Méndez, al este limita con los municipios de Nacajuca y Centro, al sur con el municipio de Centro y el estado de Chiapas, y al oeste con el municipio de Cárdenas.

- Nacajuca -

Los asentamiento humanos en lo que es hoy el territorio del municipio de Nacajuca debe remontarse al momento en que las grandes urbes mayas del clásico y del clásico tardío como Palenque, Tikal, Uxmal, Bonampak, Reforma, Pomoná y Comalcalco fueron abandonadas.

Los investigadores han encontrado indicios de que parte de la población de esas grandes urbes siguiendo el cauce los ríos, se estableció en la planicie de Tabasco y en la zona costera del Golfo de México.
A la llegada de los españoles en 1518, los mayas chontales ocupaban el delta de los ríos Mezcalapa, Grijalva y Usumacinta.

A fines de 1524 y principios de 1525 el conquistador Hernán Cortés rumbo a Las Hibueras (Honduras) pasó por Tabasco; en su itinerario tocó una población que el llama de Anaxuxuca y que el cronista Bernal Díaz del Castillo nombra Nacaxuxuca, que en lengua náhuatl quiere decir "lugar de caras pálidas o descoloridas" en clara alusión a los habitantes del pantano que eran presa fácil del paludismo, por la abundancia de mosquitos que proliferan en estas regiones.

- Macuspana -

El Municipio de Macuspana es un municipio del estado mexicano de Tabasco, localizado en la región del río Usumacinta y en la subregión de Los Ríos. Su nombre proviene del vocablo náhuatl Macui-chapana, que significa "Lugar de las cinco barreduras o limpiezas".
Su cabecera municipal es la ciudad de Macuspana, ciudad asentada a orillas del río Puxcatán, el municipio cuenta con una división constituida, además, por 2 villas, 20 ejidos, 129 rancherías, 15 poblados, 12 colonias urbanas y 1 nuevo centro de población, así como muchos fraccionamientos.
Su extensión es de 2 551.70km ², los cuales corresponden al 10.42% del total del estado; esto coloca al municipio en el tercer lugar en extensión territorial. Colinda al Norte con los municipios de Centro, Centla y Jonuta, al Sur con el estado de Chiapas y el municipio de Tacotalpa, al Este con el municipio de Jonuta y el estado de Chiapas, y al Oeste con los municipios de Jalapa y Tacotalpa.